viernes, 5 de octubre de 2007

Programa escultórico del Partenón

Reconstrucción del Partenón Nashville (Tennessee, USA)

Si el Partenón (447-438 a.C.) es un edificio complejo por las correcciones ópticas que se introdujeron en su construcción, no lo es menos si lo analizamos desde la óptica del programa escultórico que para él se diseñó y ejecutó, repartido por los tímpanos, las metopas y los frontones. Programa que ha llegado bastante mutilado, ya que la mayor parte de la misma se encuentra hoy en día en el Museo Británico.

Los frontones, nos cuentan el nacimiento de Atenea y su lucha con Poseidón. En las metopas nos encontramos representados cuatro grandes temas: la gigantomaquia en el lado este, la amazonomaquia en el oeste, la centauromaquia en el sur, y escenas de la guerra de Troya en el norte (narrada por Homero, duró 10 y terminó con la conquista de Troya por loas aqueos). El friso bajo la columnata, alrededor de todo el templo, representa la procesión de las Panateneas, las jóvenes atenienses que llevan un velo al templo. Todo ello marca una gradación desde los dioses, para luego pasar a los héroes y terminar en los humanos, pero también un secuencia cronológica que va desde los tiempos en los que Cecrops y Erecteo eran los únicos habitantes de la roca, pasando por el periodo durante el cual se produce la unificación del Ática, para llegar hasta los tiempos contemporáneos del siglo V, con la procesión de las Panateneas.

Jinetes del friso oeste. British Museum (Londres)

Todo el programa escultórico está salido de la mente del escultor Fidias, lo mismo que el estilo general que aúna vida y movimiento alcanzando las más altas cotas de perfección conocidas hasta ese momento. Los dioses notan los esfuerzos, se doblan, se adaptan al espacio que el escultor ha preparado para ellos, inmortalizados de una forma que aún hace más presente su naturaleza divina o heroica, según los casos, pero en todo momento parecen dotados de un alma humana, como si se nos quisieran presentar como ejemplos para los hombres, unos ejemplos, claro está, fuera del alcance de las limitadas fuerzas de los humanos.

Dioniso. Fidias h. 447 a.C. British Museum (Londres)

En el frontón oriental se representaba, tal y como nos cuenta Pausanias, el nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus. De ese conjunto sólo se conservan las de los extremos, las Horas y las Parcas, las deidades del nacimiento y de la muerte, respectivamente. Idea reforzada con la aparición de los símbolos del sol y de la luna por medio de los caballos de Helios que relinchan para anunciar el día, y los de Selene, diosa nocturna, con las cabezas bajadas. Ahí estaba Hefaisto (Vulcano) abriendo la cabeza de Zeus para permitir el nacimiento de Atenea.

Las tres Moria o Parcas. Fidias. British Museum (Londres)

El frontón contrario es la lucha entre Poseidón y Atenea por la posesión del Ática, la escena que ocupa todo el espacio, mientras dioses y héroes asisten al singular combate. Atenea y Poseidón (Neptuno) hacen brotar con la lanza y el tridente, respectivamente, el olivo y el caballo. Entre los que asisten a la contienda, unos corren a anunciar el suceso, mientras que otros ejercen como espectadores curiosos. Al final, Atenea sale victoriosa al considerar los dioses que el olivo era un don más útil para los hombres que el caballo, en una escena que la leyenda sitúa en la misma acrópolis y desarrollada en presencia de Cecrops y Erecteo, quienes pasan por ser sus primeros habitantes, de ahí que aparezcan representados en la escena.

Dioses olímpicos en el friso de las Panateneas. Fidias. Bristish Museum (Londres)

El friso de las Panateneas tiene más de 150 metro de largo por uno de altura, y en él se representa la fiesta que se iniciaba con la concentración de ciudadanos en el Cerámico para subir en procesión a la acrópolis para vestir a la estatua de la diosa con un velo elaborado por dos doncellas consagradas (Ergastine o Trabajadoras). La procesión es contemplada por los dioses del Olimpo, y por los compañeros de Atenea que no se quieren perder el homenaje a la diosa. Los olímpicos están representados de una forma tremendamente humana, incluso Ares (Marte), dios de la guerra, no disimula el aburrimiento que le provoca toda la escena, mientras los demás parecen departir amigablemente, casi como si de una reunión de amigos se tratara. Las ergastine entregan el peplo a los ancianos sacerdotes quienes serán los encargados de entregarlo finalmente a Atenea.

Las Korai llegando al Partenón. Friso de las Panateneas. Museo del Louvre (París)

El cortejo, además de las jóvenes doncellas, incluye a las que llevan los objetos necesarios para la ceremonia, jóvenes, ancianos, a pie o a caballo, y todos ellos individualizados, como si fueran auténticos retratos, lo que le da a este friso un valor social muy importante. La fiesta en honor a Atenea se celebraban en el mes de agosto, cada cuatro años, aunque con un boato menor se celebraban todos los años. Desde la llegada de Pericles al poder y la instauración de la democracia (con todas las restricciones que tenía), el poder ya no es de los dioses sino de los ciudadanos, de ahí que las divinidades tengan un aspecto más humano del que tenían en siglos anteriores.

"Sus mármoles hablan bien claro: Fidias trata de darnos lo eterno en lo tangible, lo permanente en lo que fluye, en la incesante transformación que es la vida. Este profundo realizar la existencia del Ser, en la vana apariencia del No-Ser, Fidias lo manifiesta hasta en los pliegues de los vestidos que cubren sus figuras de dioses". José Pijoán.

Parte del friso de las Panateneas. Fidias. British Museum (Londres)

2 comentarios:

Daniel Mercado dijo...

En agosto estuve en Londres y, por supuesto, fui al British a ver, en primer lugar, lo que allá tienen del Partenón. Me quedé embobado, y terminé visitando ese pabellón 3 veces más. Con tu descripción completo mi medio conocimiento de este monumento al genio artístico heleno.

Alfredo dijo...

Hola Daniel. No me extraña que hayas visitado tres veces el British para ver, entre otras cosas, los mármoles de El Partenón. Me alegro que la entrada te haya servido para ampliar información.

Gracias por dejar tu huella en este espacio.

Un saludo!