lunes, 25 de febrero de 2013

Xue Mo: Renacimiento en China


Gaowa (2008)

“Cuando visito otros países y de una forma particular sus museos y galerías, y de la lectura de muchos libros de arte, estoy continuamente dibujando los trabajos del primer Renacimiento; maestros como Piero Della Francesca, Paolo Ucello, El Bosco, Brueghel el viejo y Pisanello. Me impacta mucho la intención artística de todos ellos y su espíritu creativo, y a eso se une mi admiración por los habitantes de Mongolia y de sus praderas. ¿Pueden los habitantes de esas praderas, a mi entender, compartir parecidos, una misma esencia, con los personajes de las obras maestras del Renacimiento?”

Beautiful Peacock.
Nada mejor que escuchar lo que dicen los artistas sobre su propia obra para tener un punto de partida para entrar en su universo creativo. En este caso, el párrafo de apertura recoge una serie de afirmaciones que la artista Xue Mo, nacida en la Mongolia Interior en 1966, nos pone ante dos cuestiones fundamentales; una el arraigo profundo que tienen sus retratos en los habitantes de las praderas del interior del país asiático y, la otra, la querencia de Mo por los artistas del Renacimiento europeo.

The Grand View (2011)
Con esos dos elementos crea un universo artístico que mantiene un pie en oriente y otro en occidente, una forma de trasladar la dignidad, la serenidad, la belleza y la quietud de esas mujeres que pueblan sus cuadros recortadas sobre un fondo de reminiscencias renacentistas y cargado, en ocasiones, de elementos simbólicos.

Portrait of Miss Tong Tong (2009)
Así pinta una montaña que forma parte del imaginario de Mongolia como nación, o unos lazos rojos que representan a los rayos solares, y otros vinculados al hecho de que Mongolia es un país difícilmente accesible. Los modelos de Xue Mo se nos presentan en toda su dignidad, con sus vestidos coloristas, ataviadas con sombreros y tocados, modelos que nos hacen pensar en la necesidad de mantener, en estos tiempos de modernidad acelerada, las raíces culturales esas que nos diferencian de otros pueblos.

Inner Mongolia View (2002)
Ahí están esas mujeres con los paisajes montañosos y de praderas interminables, mostrando de forma muda pero no por ello menos llamativa, la defensa de una cultura milenaria, una cultura que a través de la mano de Mo, dialoga de forma fecunda con la cultura artística de este occidente europeo, en una suerte de diálogo global.

Miss Sarula.
Cierro este artículo con otra afirmación de Xue Mo para terminar de fijar las claves artísticas de esta artista: “Sigo el ideal del viejo proverbio chino que dice que la naturaleza tiene la misma estructura que el hombre. Y mi filosofía artística es la misma que la de Giorgio Morandi: creo más en el arte por el arte que en la religión, la justicia social o la gloria nacional.”

martes, 19 de febrero de 2013

Sanja Ivekovic: El arte como manifiesto político y social



El interés por los actos privados convertidos en actos públicos primero y políticos después, es algo que fluye por la obra de la croata Sanja Ivekovic (Zagreb, 1949), una artista que ha puesto luz a una buena parte de la historia de lo que antes era Yugoslavia, una formación política artificial gobernada con mano de hierro por Tito, y de lo que después fue la desintegración en varias repúblicas independientes.


Ivekovic pasa por ser la primera artista balcánica en definirse abiertamente como feminista y de ahí que el papel de la mujer en la sociedad, los estereotipos de lo que se considera femenino, y el ocultamiento y la violencia sufridos por las mujeres, sean lugares comunes en las instalaciones, fotomontajes, performances o videos de Ivekovic. Temas nada divertidos tratados con una violencia dulce, vehículo para poner aún más de manifiesto determinadas formas de opresión padecidas por las mujeres.


En esa relación entre lo privado y lo público y el mensaje político, se enmarca una de las acciones más recordadas de la artista. Durante el paso de una comitiva presidida por el mariscal Tito por las calles de Zagreb, Ivekovic decidió salir al balcón de su casa, algo prohibido en ese momento por las fuerzas de seguridad en previsión de un atentado, con una botella de whisky y un libro, al mismo tiempo que simulaba una práctica masturbatoria. Muy pronto un policía estaba llamando a su puerta para que abandonara la terraza y se recluyera en el interior de la vivienda.


Pionera también en la utilización del video, la formación artística de Ivekovic empieza a desarrollarse al calor de la primavera de Praga de 1968, aquel primer estallido de libertad en el seno del bloque comunista que terminó siendo aplastado por los carros de combate soviéticos, de la misma forma que había ocurrido algunos años antes en Hungría. De todos modos, Yugoslavia nunca fue un estado comunista digamos “puro”, sino que permitió un margen de libertad a la creación artística e incluso los artistas podían viajar al extranjero.


Participante en el movimiento conocido como Nueva Práctica Artística, Ivekovic empezó a desarrollar el contenido social y feminista, en un camino que la llevaba en dirección totalmente contraria al del denominado arte oficial, terminando por convertirse en una artista de referencia y con capacidad de influencia sobre otras artistas contemporáneas suyas.


Una obra a través de la cual irán documentando las sucesivas transformaciones del país, incluyendo la guerra que dará origen al nacimiento de Croacia como nuevo país, la presidencia del nacionalista Tudjman, y el regreso a casa de unos veteranos de guerra que hizo que se dispararan los casos de violencia de género en el país.


Son obras-manifiesto que ponen de manifiesto las formas que adopta la violencia, tanto la política como la de género, y como a través de la historia se ha minimizado el papel de la mujer por ejemplo en la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. En ese último contexto, colocó a una mujer embarazada en lo alto de una columna en homenaje a Rosa Luxemburgo en la Plaza de la Constitución luxemburguesa retirando para ello la Nike original. Una intervención que causó una gran polémica y dos discusiones en el parlamento.


Otras veces serán series fotográficas en las que contrapone fotografías de ella misma frente a otras aparecidas en las revistas de moda en posturas muy similares, a pesar de tratarse de fotografías tomadas con varios años de diferencia, en un juego de estereotipos y como los medios de masas son capaces de condicionar los roles que jugamos e incluso las actitudes físicas que adoptamos.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Hilary Lloyd: En los límites de la percepción



“Hilary Lloyd nace en Halifax, Yorkshire, en 1964. Estudió en el Politécnico de Newcastle y vive y trabaja en Londres. Fue nominada al Premio Turner en 2011 por su exposición en la sala Raven Row en Londres”.


“Ella presta atención al proceso de proyección convirtiendo a los equipos técnicos en un medio escultórico en sí mismo. En algunos casos, los proyectores están situados de tal forma que estorban el visionado de las imágenes, jugando así con las convenciones visuales del espectador (…) Creando así una suerte de desconexión entre el espectador y su trabajo”.


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“El ojo furtivo de la cámara de Lloyd graba escenas de la vida urbana, entre otras cosas, iluminando la ciudad moderna como un lugar propicio para el voyerismo, el fetichismo y la indefinición sexual. Personas preocupadas por los rituales diarios y gestos rutinarios que dibujan los intereses de la propia artista, como son la arquitectura, la publicidad y los juegos de efectos lumínicos sobre diferentes superficies”.


“Trabajadores, camareros, skaters, DJ, noctámbulos son algunos de los sujetos a los que sigue Lloyd con su cámara. Con ella también captura elementos arquitectónicos o florales especiales, transformándolos en imágenes autónomas. Con ello dibuja su fascinación por lo urbano permeada por una coreografía dinámica de secuencias estáticas y en movimiento”.

“Otras fotografías muestran estudios abstractos que recuerdan al mercurio líquido, vasos rotos, o brillantes círculos concéntricos. En algunos ejemplos el espectador no es capaz de saber cual es la realidad de esas superficies. Las imágenes de efectos lumínicos, arquitectura, anuncios y posados, en las últimas obras de Lloyd enfatizan su aspecto estructural. Están reducidas a la pura superficie y materialidad”.


“El trabajo de Lloyd no se limita a las imágenes filmadas. La instalación con monitores, pantallas planas y proyectores colocados de una forma meticulosa y elegante en la sala, adquieren una presencia muy fuerte”.


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“Lloyd viene creando instalaciones con sus vídeos, fotografías, proyecciones y ambientes sonoros, desde 1993. Su trabajo ha evolucionado desde la filmación de DJ, camareros o trabajadores de túneles de lavado, hasta sus trabajos más recientes definidos por las exploraciones fotográficas acerca de la estructura de la luz, la arquitectura, la publicidad y el movimiento”.


“Lloyd encuentra un camino para crear una fricción entre la percepción establecida creando una desconexión entre el espacio interior y exterior, y entre las experiencias individuales y colectivas”.



domingo, 3 de febrero de 2013

Paz Erráruriz: “Creo que la fotografía es un trabajo muy solitario donde es posible abordar ciertas obsesiones”



“Estudié pedagogía primero en Cambridge, pero no es que yo me fuera a estudiar allí, me fui  de pareja de un becario y  tuve esa posibilidad de estudiar. Al volver, durante la Unidad Popular, como aún no me había titulado, aproveché de terminar el proceso en la Universidad Católica cuando Allende sacó una ley para todos los profesores que no se habían titulado y daban clases. Pero justo nació mi hijo y lo tuve que postergar nuevamente. Hice clases en la enseñanza básica y me encantaba, pero de repente me desvié y justo ahí empecé a practicar fotografía, digo practicar porque nunca estudié forma.”


“Sí, aunque desde antes siempre me fascinó, y no tuve cámara hasta grande, en Inglaterra me compré una cámara, lo que era un lujo en esos tiempos, pero en el fondo, yo siempre había querido estudiar arte y la fotografía se convertía en un campo que me atraía mucho, además practicaba sola. La pedagogía calzó con el fin de la Unidad Popular: pertenecía a un sindicato, todo empezaba a estar como en contra y justo hubo un gran problema con el centro de apoderados de uno de estos colegios, y me vino estupendo: dedicarme a mi guagua, desarrollar la fotografía, y así es como terminó mi cuento con la pedagogía.”


“Naturalmente hay una biografía, una situación muy fuerte que rompe con el origen. Para mí fue clave la salida de Chile joven, porque me fui a los 18 años. Hay una formación que yo elegí donde me encuentro con temas que no podía abordar aquí como era la política. Me tocó vivir un tiempo muy importante donde uno podía opinar, descubrir otras cosas, no quería volver, me iba a ir a  Cuba. Aunque después analicé la situación y pensé que también podía hacer un trabajo acá, consciente, en mi propio país y no volverme a escapar.  De ahí a la vuelta y al golpe hay un solo paso.”


“Puedes encontrar alguna emoción que motivó el trabajo, pero es un proceso que está tan imbricado en un tema personal, que finalmente veo todos los trabajos como parte mía, me cuesta separarme, explicarlos o incluso terminarlos, quedas con unos duelos eternos y además son cosas que nadie te pide que las hagas, no hay nada exterior que te impulse.”


“Creo que la fotografía es un trabajo muy solitario donde es posible abordar ciertas obsesiones, darles un cauce, por ejemplo, el trabajo de La manzana de Adán: previamente había estado ocupada con el tema de la prostitución, incluso me habían pedido ser madrina, a esos niveles ya de amistad, algo muy bonito, y lamentablemente no pude mostrarlo. Entonces fue terrible, quedé en blanco, al mismo tiempo había conocido a dos travestis que les encantaba fotografiarse, y no tenían problema en exponerse, y así iniciamos ese ensayo.”


“Siempre he trabajado en 35 milímetros, con una Nikon, y tengo otra cámara de medio formato, que es con la que he hecho algunos trabajos, algo más de retrato, por ejemplo los boxeadores. Con lo digital me ha costado entrar, prefiero lo análogo, es distinto, el tema del grano, el blanco y negro, el trabajo de laboratorio. Voy a los lugares, no trabajo en estudio.”


“Conocía los clásicos: Cartier Bresson, Quintana, Sergio Larraín. Mucho  después empecé a conocer mujeres fotógrafas,  y quedé impactada con Diane Arbus, Mary Ellen Mark, luego vas buscando una mirada más personal y finalmente indagas en qué mujeres habían hecho fotografía y te encuentras con  mujeres muy anteriores, las inglesas; por ejemplo Julia Margaret Cameron.”


“De Nan Goldin me encanta su trabajo, también Diane Arbus, Mary Ellen Mark, Graciela Iturbide, las mexicanas y las argentinas, pero uno pasa por etapas. A veces no me importa el tipo de trabajo que hagan, me interesan ellas como artistas, como personas. Y a Diane Arbus, la respeto muchísimo, pero el hecho de comparar es inaceptable, creo que básicamente es ignorancia.”


“Fíjate, en mi caso, a los 18 años lo único que quería era tener una cámara, y después todo este cuento de las vueltas, de las guaguas, de que te separas, y de que hay que trabajar, hay tanto problema. Creo que ahí las mujeres hemos tenido que solucionar el tema de la crianza, el tema económico, y claro, cuando llegas a vieja te encuentras con una lucidez impactante, y hay que ganar tiempo perdido.”


“Soy feminista, pero no militante, tengo una mirada más independiente. Todas mis amistades son feministas y reconozco que he participado siempre en la lucha, en las demandas, y estoy por todas las causas feministas, aunque creo que el movimiento como tal está muy dividido, hay muchas rencillas y duele ver eso. No  es falta de compromiso o flojera el no ser más activa en el movimiento, tal vez hay algo que una  no termina de resolver en una misma.”

Fragmentos de la entrevista concedida por Paz Erráruriz a Paulina González y que se pude leer completa eneste enlace.