miércoles, 30 de octubre de 2013

Mike Kelly: Mal gusto, buenas ideas

Chinatown, 1999.

Cuando en enero de 2012 se suicidaba con 57 años de edad, puso fin a una carrera artística que le había llegado a ser uno de los artistas más influyentes de su generación, especialmente entre los más jóvenes, por su actitud diríamos que “punk” hacia el arte.

Day is Done, 2005.

Una actitud desarrollada a partir de la música, pero no de cualquier tipo de música, sino de unos ritmos que tenían más que ver con un terremoto o un huracán que con otra cosa. Sonidos duros, contundentes con los que empezó a coquetear en su etapa escolar en su Detroit natal y que continuaría en la Universidad, con la fundación de dos bandas. Destroy All Monsters fue el nombre de  una de ellas y de la que el periódico The Guardian, en su obituario de Mike Kelly, dice que era “la más ruidosa y caótica de todas las bandas de los alrededores”.

Deodorized Central Mass With Satellites, 2010.

De ese mundo musical pasará al de la performance y de ahí a tocar todos los palos artísticos: pintura, escultura, performance, video. Todo lo que le sirviera como vehículo de expresión y muy influido por las enseñanzas del que fuera su profesor, John Baldessari.

Exploded Fortress of Solitude, 2011

La idea de la memoria reprimida será una de las bases en las que fundamentará su trabajo, una teoría relacionada con los mecanismos de la mente humana para superar las malas experiencias, para sumirlas en el olvido hasta que un buen día, por cualquier pequeña causa, vuelven a la luz.

Kandors, 2007.

Una obra en la que se encuentran ecos filosóficos, políticos, históricos, de la música underground, las artes decorativas, para desarrollar ideas que tienen que ver con los roles de género, los conceptos de normalidad, criminalidad y las perversiones sexuales. Todo ello puesto en solfa, con una actitud contundente y que le lleva a generar unas obras en las que se combinan el mal gusto con las buenas ideas.

Pay For Your Pleasure, 1988.


El éxito le llegó primero en Europa, concretamente en Francia y Alemania, y poco después sería en los Estados Unidos donde enlazaría una serie de exposiciones que pusieron su figura en lo más alto del escalafón artístico.

Más información: Wikipedia, Frieze Magazine, The Guardian.

domingo, 27 de octubre de 2013

Anish Kapoor: La contemplación de la obra de arte como ritual

Symphony for a Beloved Sun, 2013.

Nacido en Bombay en 1954, creció en un ambiente educativo a medio camino entre lo hindú de su padre y lo judío de su madre. Estudios y desarrollo de su carrera en Londres le han llevado a ser una de principales figuras de lo que se conoce como Nueva Escultura Británica, etiqueta que comparte con artistas como Stephen Cox, Tony Cragg o RichardDeacon.

Apocalypse and Millenium, 2013.

Las esculturas de Anish Kapoor tienen una presencia muy poderosa tanto por sus grandes dimensiones, como por los lugares en los que se ubican, creando una fuerte relación entre ambos aspectos, de tal forma que el espacio pasa a ser parte de la obra, los recovecos, los vacíos, los huecos que remiten, en ocasiones a oscuridades primigenias.

Between Shit and Architecture, 2013.

Colores pulverizados que interpreta como presencia de la divinidad en tanto que materia no sólida. Lo importante para Kapoor es que la obra tenga vida por sí misma, independientemente del artista, en lo que lo importante es su contemplación convertida en una suerte de ritual.

Blood Mirror, 2000.

A partir de aquí dejo que sea el propio artista el que hable de su obra:
“Déjeme decirle que aunque hoy está de moda la confrontación con el origen étnico del artista, éste es uno de los menores problemas del arte. Esta aproximación supone un distanciamiento de las cuestiones realmente importantes. El arte es un sistema simbólico y formal que trata de problemas que se manifiestan. No creo en la idea del origen étnico. Puede que el mal arte de hoy aborde este tipo de cuestiones, pero la mayor parte del buen arte encuentra la forma de evitarlo. Para mí, ser un artista español, americano o inglés viene a ser igual. Lo importante es la obra”.

Leviathan, 2011.

“En todas las piezas confluyen las tres cuestiones centrales de mi trabajo. La primera responde a un intento de ir hacia el principio, de buscar el origen. La segunda trata el problema de ese objeto que está y que no está, lo que atañe a las obras de pigmento y de acero, piezas plurales que escapan de la simple definición de objeto. No son sólo un objeto, son algo intermedio, un ‘no objeto', lo que es una paradoja. La tercera cuestión se refiere a la autogeneración o autocreación y todas las piezas tratan de ello”.

Sky Mirror, 2006.

“La historia de la escultura, de los objetos -comenta-, es paralela a la historia de los materiales. Desde la Edad del Bronce en adelante la cuestión de la materialidad es fundamental. Lo que me interesa es que para cada materialidad existe una inmaterialidad. Esto puede ser visto como una cuestión mística, desde luego. Uno de los fundamentos de la vida es la conciencia, que es inmaterial y misteriosa. A la vez, los objetos tienen la capacidad de ‘jugar' con lo físico y lo no físico. Esta cuestión es, finalmente, filosófica, y nos lleva hacia el ‘de dónde venimos'. Me interesan los interrogantes, y muchas de estas cuestiones se refieren a los opuestos, como masculino/femenino. El estudio es un lugar en el que el artista puede ser cualquier cosa... trabajar en él es una especie de ritual pensado para dejar que las obras se produzcan a sí mismas”.

Turning The World Upside Down, 2010.

“Es muy simple. Es una protuberancia blanca que sale del muro, resulta totalmente opaca y pierde o contradice su fisicidad. Es un objeto y no lo es. La forma es como la preñez y tiene que ver con lo físico y lo no físico”.

My Red Homeland III, 2003.

“Es muy difícil aceptarse a uno mismo. No tengo ni idea. El problema es encontrar la forma de ser creativo y liberarse a uno mismo. Superar las convenciones, plantearse cómo vivir, cómo ser, asumir la idea de la libertad, tomársela en serio y encontrar todas las formas posibles de ser creativo. Una de las razones por las que admiro a Picasso es por su increíble habilidad para liberarse a sí mismo y ser creativo”.

jueves, 17 de octubre de 2013

Este es el post número 1.000

Supongo que algunos os habréis dado cuenta que desde hace unos cuantos artículos, fui añadiendo al final la frase Nota al pie: Ya sólo faltan (y el número que fuera).

Con ello no quería más que ir marcando una suerte de cuenta atrás hacia el post número 1.000, cifra que alcanzo precisamente hoy, con lo que esa cuenta atrás se ha convertido, al mismo tiempo, en una nueva cuenta hacia adelante.

Me hubiera gustado incluir en este artículo algo más elaborado, más acorde con este hito particular, pero mis nuevas circunstancias laborales, además de un proyecto editorial que espero ver culminado en 2015, más me impiden tener el tiempo que quisiera para presentar algo mejor e incluso para mantener el blog actualizado con la regularidad a la que estaba acostumbrado, y devolver las visitas que me hacéis.

Sea como fuere, aquí está el número 1.000 con el ánimo dispuesto a llegar a doblar esa cifra. Gracias a todos por la compañía que estamos compartiendo a lo largo de todos estos años.

Como decimos en Asturias: Ahí va y que os preste (Aquí os lo dejo y espero que os guste)


lunes, 14 de octubre de 2013

La Negra Graciana: La reina de los portales


Las calles porticadas de la ciudad mexicana de Veracruz, fueron durante medio siglo el escenario principal de la arpista La Negra Graciana (Puente Izoalco, 1939 - Veracruz, 2013), una figura musical capaz de reunir en las cuerdas de su instrumento las tres principales tradiciones musicales de ese país culturalmente tan rico como es México. Y es que los ritmos de base hispana, se mezclaban con los autóctonos del país y los aportados por la tradición de los antiguos esclavos negros.
No hay que olvidar que el puerto de Veracruz fue el territorio en el que desembarcó Hernán Cortés, en pleno Golfo de México, para poner las piedras fundacionales de la ciudad. Ahí, en ese territorio cargado de historia, que ha visto el paso de múltiples avatares históricos, Graciana Silva puso música a sus conciudadanos a los que acompañó mientras se tomaban una bebida tranquila en alguna de las múltiples terrazas, o se acercaba al puerto para tocar mientras los pescadores completaban su faena.




La Negra Graciana decía que tocaba a lo “antigüito”, es decir, poniendo énfasis en los agudos y los graves, tocando de la forma tradicional, de la forma que le había enseñado el ciego Rodrigo Rodríguez cuando a penas si tenía diez años. Su padre, músico también, como su madre y algunos de sus hermanos y tíos, había contratado al arpista para que diera clases a su hijo, pero fue Graciana la que sacó más partido de aquellas enseñanzas para no separarse nunca más de su instrumento.
Un arpa que utilizaba para acompañar las décimas, unas composiciones tradicionales en las que se habla de todos los temas posibles, recitadas con una voz peculiar que daba coherencia a un conjunto empeñado en mantener vivo el espíritu del jarocho, uno de los ritmos mexicanos más populares del país junto con los mariachis y los sones de Jalisco.



La Negra Graciana, a pesar de llegar a grabar dos discos y de tocar en algunos de los escenarios más importantes de su país y de Europa, no tuvo la repercusión musical que tuvieron otros artistas. En 1995, grabó después de ser descubierta tocando en un bar por Eduardo Llerenas, el disco Sones jarochos con el Trío Silva en 1994.
Tres años después, el guitarrista Ry Cooder también se vio atrapado por el influjo del arpa de La Negra Graciana, y la llevó a hacer una gira por Europa y Estados Unidos, de la que saldría su segundo disco, esta vez grabado en vivo en el Theatre de la Ville de París, en 1999.
Después de aquello volvería a ser la arpista de los portales veracruzanos, volvería al lugar en el que forjó su estilo, a dejar que su música acompañara a las personas que se pararan a escucharla con detenimiento y se dejaran acunar por los sonidos que era capaz de sacar de su arpa, sonidos enraizados en la memoria musical más profunda de México.



Nota al pie: Ya sólo falta uno.