martes, 27 de mayo de 2014

Nancy Graves: Postminimalismo simbólico


Camellos.

Escultora, pintora, grabadora y, ocasionalmente, realizadora de vídeo, Nancy Graves (1939-1995), un cáncer le impidió seguir desarrollando un corpus artístico nacido en un ambiente postminimalista en un momento en el que el minimalismo parecía haber tocado techo, y surge la necesidad en algunos artistas de romper sus postulados y abrir nuevas formas de hacer.

Equipaje, 1982.

El hecho de que su padre fuera director ayudante en una institución museística con colecciones de arte, el mundo natural y antropología, y de pasarse muchas horas en su interior, va a ser determinante para poner las bases sobre las que luego desarrollará su carrera artística después de obtener un título universitario en los Estados Unidos, y pasar luego un tiempo en París y Florencia estudiando pintura.

Howling and Hissing, 1992.

La inspiración le viene del mundo de la zoología, la paleontología y otras ciencias afines, así como las fotografías aéreas de la Luna o de Marte, y eso se verá tanto en su escultura como en su pintura. Famosos son sus representaciones de camellos que introdujo en una galería de Nueva York  y que se han convertido en emblemas de su obra, además de causar un fuerte impacto en su momento.

Arachn, 1980.

Buscando otras fuentes para analizar la obra de Graves, es inevitable fijarse en los móviles de Calder y la escultura de David Smith. Un dato significativo, en este sentido, es saber que Graves coleccionó obras de ambos artistas. En los años 80, inicia una obra que se convertirá en definitoria de su carrera, con la introducción de una pintura de colores vivos, ensamblajes de objetos encontrados realizados en bronce y de procedencias muy diversas, y tanto en la pintura como en la escultura, el aspecto general de sus obras no termina de ser totalmente abstracto.

Equivalent, 1988.

En los 90, su obra se vuelve más consciente, con un mayor control sobre los elementos que forman su vocabulario artístico, con referencias más claras a la historia del arte, la mitología, la antropología, el mito y la religión, tal y como pone de manifiesto Ken Johnson en el New York Times.

Folium, 1988.

Y es que la combinación entre postminimalismo con su componente de abstracción y un naturalismo de base, ayudan a crear una obra con una idiosincrasia particular, original en la que hechos y formas, junto con la introducción de nuevos materiales, ayudan a llevar al arte hacia nuevos territorios.

Splendid Mental Isolation, 1989.

A lo largo de su carrera, Graves va sumando elementos desde una primera mirada a plantas, flores o peces, para ir añadiendo esqueletos humanos o de animales, hasta llegar a los objetos fabricados por el ser humano, como las herramientas, eso, claro está, sin olvidarnos de la inspiración que extrajo de los territorios del Pacífico Sur.

No Longer Present, 1989.


Así, sus obras están dotadas de un profundo contenido simbólico, que hay que apreciar desde distintos puntos de vista, lo que termina creando una experiencia en el espectador, al que se involucra con la obra y que puede ver como ésta van cambiando en función del punto de vista que adopte para su contemplación.

Más información: Wikipedia [en], New York Times, AMY.

jueves, 22 de mayo de 2014

Siah Armajani: Filosofía y matemática para una sencillez compleja


An Artist Out Of Exile.

“La obra de Armajani, bajo el disfraz de formas simples, cercanas, familiares, esconde significados complejos y una sólida y coherente base teórica. Toda su obra adquiere un profundo sentido -intelectual, político, social– pues es consecuencia de un sofisticado y erudito entramado de referencias culturales de diversa índole, que convergen en un objetivo fundamental: un arte útil, al servicio de la comunidad.”

Exile Dreaming of Saint Adorno.

Párrafo que extraigo del catálogo elaborado por María Dolores Jiménez-Blanco en el año 2000, para la exposición organizada por el Museo Reina Sofía de Madrid, creo que muy ilustrativo, lo mismo que el párrafo con el que cierro este artículo y de la misma autora, de la complejidad con la que el iraní Siah Armajani (Teheran, 1939) dota a una obra aparentemente sencilla.

An Ingenious World.

Nacido en el seno de una familia acomodada de la minoría cristiana iraní, siempre recibió una educación cuidada, e incluso su padre tenía la costumbre de leer poesía persa a sus hijos, con unos inicios artísticos vinculados a la caligrafía persa. Siempre con ansias de aprender, en la Universidad entrará en contacto con las obras de pensadores occidentales como Hegel, Nietzsche o Heidegger. Sus vinculaciones políticas contrarias al sha, aconsejaron a su familia enviarlo a los Estados Unidos, a casa de un tío suyo profesor en una Universidad del estado norteamericano de Minesota.

Bridge Over A Tree.

Allí completará su formación en filosofía y matemáticas y dará comienzo a su carrera como artista, con una obra todavía deudora de aquellos primeros contactos caligráficos, pero llevando ese arte a una dimensión diferente, hasta llegar a una suerte de deconstrucción primero, para obtener elementos aislados que recombinados entre sí, dan lugar a una obra alejada de convencionalismos.

Fallujah.

También su ideología política, próxima al anarquismo dará lugar a obras dedicadas a personajes como Sacco yVanzetti o Emilio Corda y Richard Henry Dana. Compromiso político que aúna con un compromiso cívico, con la creación de obras de arte alejadas de la mística artística y cercanas a elementos utilitarios, objetos que la gente puede transitar, tocar o incluso habitar. Una de las máximas de Armajani es la del artista ciudadano, lo que le ha llevado a ser una figura clave en el denominado arte público.

Gazebo For Two Anarchists.

Y compromiso con la paz, antibélico, de denuncia de matanzas como la acaecida en Teherán en el transcurso de una manifestación de jóvenes que protestaban contra la reelección de Mahmud Ahmadinejad, o el bombardeo norteamericano de la ciudad iraquí de Fallujah, una obra que, por cierto, no ha podido ser expuesta en los Estados Unidos ni siquiera en espacios privados, y en la que tiene un recuerdo para el Guernika de Picasso.

Glass Front Porch For Walter Benjamin.


“¿Qué es el arte público? 
El arte público no trata acerca de uno mismo, sino de los demás. No trata de los gustos personales, sino de las necesidades de los demás. No trata acerca de la angustia del artista, sino de la felicidad y bienestar de los demás. No trata del mito del artista, sino de su sentido cívico. No pretende hacer que la gente se sienta empequeñecida e insignificante, sino de glorificarla. No trata acerca del vacío existente entre la cultura y el público, sino que busca que el arte sea público y que el artista sea de nuevo un ciudadano.”

lunes, 19 de mayo de 2014

Gordon Matta-Clark: Poeta del espacio, explorador del vacío



La identidad individual y colectiva es un asunto complejo debido a la confluencia de factores culturales, políticos, psicológicos y ambientales, que se combinan de formas complejas para dotarnos a cada individuo de una identidad igualmente compleja y en la que no siempre nos sentimos totalmente identificados. Concepto o subjetividad especialmente compleja en sociedades en cambio continúo como son las nuestras, en las que los lugares, los espacios que una vez fueron importantes para nosotros, que son parte de nuestra memoria más íntima, se transforman, cambian, y nos descolocan.


En ese concepto de identidad cambiante se desarrolla una parte del complejo mundo conceptual que desarrolló Gordon Matta-Clark a lo largo de un periodo artístico muy breve debido a su prematura muerte a los 35 años de edad. Había nacido en el seno de una familia de artistas formada por Anna Clark y Roberto Matta, y su mellizo también será artista.


Arquitecto de formación, profesión que se negó a ejercer, licenciado en Francia en literatura francesa y conocedor de las teorías de Guy Debord y los situacionistas, Matta-Clark desarrollo un complejo universo artístico en el que la arquitectura, considerada como una escultura con tuberías y el espacio y las relaciones que establecemos con esos espacios, al lado de toda la resaca qua había dejado tras de sí le eclosión del pop, el minimalismo y el conceptualismo, genera un entramado artísticamente calculado para poner en tela de juicio los elementos de las sociedades capitalistas definidas por el utilitarismo, por no dar valor a la creatividad sino a la producción industrial y de consumo.


“La auténtica naturaleza de mi trabajo con edificios está en desacuerdo con la actitud funcionalista, en la medida en que esa responsabilidad profesional cínica ha omitido cuestionar o reexaminar la calidad de vida que se ofrece”.


Eso le llevará a realizar acciones de carácter colectivo, como el asado de un cerdo en la calle, la crítica al sistema de propiedad comprando propiedades completamente inútiles en Nueva York por precios ridículos, o a subirse a la Clocktower para realizar acciones tan habituales como ducharse o afeitarse suspendido en el vacío. También con muy conocidas sus “cortes de edificios”, acciones en casas o bloques de viviendas en las que hace cortes longitudinales o abre grandes boquetes.


“Hay que abrir la casa para que pueda recordar, hay que moverla para poner de nuevo en libertad esos recuerdos. Para abrir la memoria de la casa pondríamos agua por medio, agua que nos apartaría de su visibilidad, que nos desposeería de la seguridad de nuestra intervención sobre los objetos que rodean nuestro cuerpo, ya no viéndolos; porque, ¿qué otra cosa es el dominio —como realización de lo doméstico— sino la costumbre que guía nuestros hábitos útiles, la cristalización de una de aquellas entidades fantasmáticas en siempre la misma reacción apropiada?”



Acciones todas ellas perfectamente documentadas por medio de dibujos, grabaciones y fotografías, a través de los cuales se puede seguir todo el proceso convirtiéndose, además, en obras artísticas que muestran el ansia por deconstruir esos lugares de la memoria ahora abiertos, ahora convertidos en una nueva experiencia colectiva sobre la que construir una nueva identidad tan precaria al menos, como esos edificios, trasuntos, tal vez, de la fragilidad de la memoria o convertidos, quien saben, en modernos lugares de una arqueología de lo precario, de lo inestable, de la desmemoria.

jueves, 15 de mayo de 2014

William Lehmbruck, escultura expresionista


Nacido en Meiderich (Duisburgo, Alemania) en 1881 y fallecido en 1919 en Berlín, después de quitarse la vida debido a una fuerte depresión, la obra de William Lehmbruck va a seguir una evolución desde el academicissmo hasta el expresionismo, pasado por etapas que reflejan su contacto con diferentes artistas en los viajes que hizo por el continente.


Nacido en el seno de una familia cuyo padre era trabajador minero, pudo empezar a estudiar arte en Düsseldorf, gracias por un lado al ánimo que le dio uno de sus profesores del colegio y, por otro, a una beca de la ciudad. Inicios lógicos dentro de un estilo academicista, haciendo ilustraciones para libros de anatomía, copiando del natural e ilustrando libros baratos.


Entre las influencias iniciales recibidas por Lehmbruck están las de escultores como Jules Dalou, ConstantinMeunier y, sobre todo, Rodin. Entre 1904 y 1905 hará sendos viajes, el primero por los Países Bajos y Gran Bretaña y, el segundo, por Italia, donde quedará impresionado por las obras de Miguel Ángel y por las esculturas de las tumbas de la familia Medici.


Del francés Maillol, de quien conocerá su obra en un viaje a París en 1907, cogerá Lehmbruck el sentido de sensualidad que se puede apreciar en otra parte de su obra, que irá dejando de lado una vez que, unos años después, se instale de forma permanente en París y se relacione con personajes como Picasso, Derain, Archipenko o Brancusi, determinantes para la consolidación del estilo de nuestro escultor.


Un estilo de madurez que, como señalaba antes, desaparecen las curvas sensuales típicas de Maillol, y aparecen unas figuras de anatomías simplificadas en las que se puede apreciar un equilibrio entre la expresividad y un alargamiento anatómico que los expertos en su obra relacionan con la escultura gótica germánica. Son figuras que se nos muestran desnudas en muchas ocasiones, en posiciones erguidas o arrodilladas, sentadas, expresivas en su mudez.


Al igual que muchos de sus compatriotas artistas, Lehmbruck tampoco se vio libre de ser afectado por la experiencia bélica. La llegada de la guerra mundial le obligó a dejar Francia y regresar a su país donde no fue aceptado para el servicio de armas, teniendo que prestar servicio en un hospital berlinés, donde el contacto con el sufrimiento le produjo un impacto emocional muy fuerte, tanto, que terminó por huir de su país para refugiarse en Suiza para no regresar hasta el fin del conflicto bélico.


Ese dolor, como en el resto de los artistas del expresionismo alemán, fue determinante para su obra de esos años, con una serie de figuras que sufren de forma contenida y, tal vez por eso, su sufrimiento es aún mayor. Seres humanos que se preguntan por las razones de la sinrazón, que lloran la pérdida del amigo, del familiar, abrumados por el peso de una culpa que no es suya, por un dolor al que no pueden dar salida, seguramente porque tampoco hay salida.



La suma del sufrimiento por los males de la guerra, problemas con su mujer y el amor no correspondido por una actriz de teatro que le sirvió de modelo para varias de sus obras, contribuyó a que el artista tomara la triste decisión de suicidarse en 1919 en Berlín, cuando acababa de ser elegido miembro de la Academia Prusiana en la capital alemana.

Más información: Wikipedia [en], MoMA [en], Vacío es forma, National Gallery of Art [en].