lunes, 27 de abril de 2015

Neo Rauch (Leipzig, 1960): “Creo que puedo ver la pintura como la continuación del sueño en otro medio”.


Alte verbindungen, 2008.

Nacido en la Alemania comunista, muy joven se quedó huérfano cuando sus padres, también pintores, fallecieron en un accidente ferroviario, lo que le obligó a crecer al cuidado de sus abuelos. Siguiendo las inclinaciones de sus padres, empezó a estudiar pintura en la academia de su ciudad natal, después de haber descubierto por casualidad en casa de sus abuelos, un libro con reproducciones de Dalí.

Das plateau, 2008.

Tal vez por eso, el surrealismo es una de las claves para entender la pintura de Neo Rauch, una obra que de la misma manera que levanta pasiones y Brad Pitt es capaz de pagar casi 700.000 dólares por una de sus obras, o aparece en las colecciones de importantes museos del mundo, también es capaz de suscitar duras críticas especialmente, por la falta de emoción que transmiten sus cuadros.

Die stickering, 2008.

Esto último no deja de ser cierto, cuando nos fijamos en unos personajes que aparecen en escenas con un punto dramático, envueltos en una escena a medio camino entre el realismo, el surrealismo, y derivadas más vinculadas al arte pop, la publicidad o el cómic. Sin embargo, así lo señalan otros estudiosos de su obra, esa falta de dramatismo tiene más que ver con la actitud con la que Rauch dota a sus personajes, personas que parecen estar anunciando el fin de la conmoción y, precisamente por ello, miran el caos a su alrededor con ese aire de indiferencia, de quien sabe que lo peor ha pasado y el sol volverá a lucir.

Der nächste Zug, 2007.

Os dejo con algunas afirmaciones hechas por el propio Neo Rauch al respecto de su obra, extraídas del artículo NeoRauch: en los límites de la realidad, firmado por Ángel Mateo Charris.

“Cuando estoy delante de un lienzo en blanco es como si estuviera ante un muro de niebla. Antes de dar un arriesgado paso en este territorio desconocido, la cuestión que se me plantea es la de qué encontraré allí y qué equipo necesitaré para emprender con éxito esta excursión”.

Blauer elefant, 2005.

“Con estremecimiento abro las diversas habitaciones contaminadas y cojo materiales variados para almacenarlos temporalmente en los territorios de mis cuadros. Saco temerosamente motivos de los barracones en cuarentena y les ofrezco la posibilidad de mudarse a mis habitaciones de niebla. Me aseguro que sean cómodas instalando un poco de cultura allí y, en todas estas acciones, soy felizmente consciente del estrecho barranco por el que podría caer de cabeza a lo absurdo, lo banal y lo vergonzante. Así que, a mi manera, trabajo en territorios fronterizos, que es donde deberían estar instalados siempre los estudios de los artistas”.

Leporello, 2005.

"Constantemente tengo que reprimir al dubitativo, al inmaduro, al conservador y al virtuoso que hay en mí o, al menos, intentar compensar estos antagonismos apropiadamente. Las cualidades alegóricas de estas circunstancias van automáticamente de cabeza al lienzo”.

Abstraktion, 2005.

“No considero que mi taller sea parte del fluir del tiempo sino más bien una terminal de pasajeros conectada a la presa que lo contiene. Sus grandes orillas hacen que se acumulen formas y depósitos especiales para coleccionar (…) elementos como Balthus, Vermeer, Tintín, Donald Judd, el pato Donald, el ‘agitprop' y la chatarra publicitaria [que] “pueden fluir juntos en el sembrado de un paisaje de mi infancia y generar un conglomerado de injertos sorprendentemente razonable”.

Das gut, 2008.

“Mi interés en las raíces etimológicas hasta de los términos más banales me llevan a sedimentos de significado que pueden introducir impulsos inesperados a las intenciones del cuadro”.

“Creo que puedo ver la pintura como la continuación del sueño en otro medio”.

Más información: Deutsche Welle, 20 Minutos, Más de Arte.

2 comentarios:

casss dijo...

Pues a mi me conmueve, me moviliza. No pagaría lo de Brad Pitt, porque no tengo ni para el vuelto, pero ha sido importante hoy ver su obra, y conocer un poco de él, tanto por lo que decis como por sus propias palabras.

besos

Alfredo dijo...

Yo tampoco podría ponerme a la altura de Brad Pitt desde ningún punto de vista, jejeje. Aunque sí compartimos, aunque él no lo sepa, el gusto por este artista.

Un abrazo!!